viernes, 19 de febrero de 2010

2a edición de Diario de un AntiMenfotista

Este sábado 20 de enero, a partir de las 12h, oficialmente se inagura el Ateneo Cultural Macondo, en el número 14 de la Plaza Hermanos Pascual de Alicante. Durante la jornada de inaguración, repleta de actividades programadas, a las 17:30h se presentará la segunda edición de Diario de un AntiMenfotista, con su autor Daniel Simón Pla.

Daniel Simón Pla

Diario de un AntiMenfotista, apuntes para una visión optimista de la cultura en Alicante, es un libro auto editado bajo licencia creative commons.

Escogí un título muy peculiar. En los últimos años he tenido que enfrentarme muchas veces a la pregunta ¿Qué significa Antimenfotista?

En Alicante siempre me ha parecido que es doblemente difícil ser profeta cultural en tu tierra. A las dificultades propias de una ciudad de su tamaño, se añadía el menfotisme, un rasgo tradicional del carácter alicantino que, a grandes rasgos, nos llevaba a quejarnos y quejarnos sobre una situación o carencia, pero sin llegar a hacer nada al respecto. El menfotisme (meninfotisme en áreas más próximas a Valencia) , cultural nos lleva a apoyarnos con aire triste y resabido en la barra de un bar mientras recitamos la letanía de que en Alicante no hay grupos de música buenos por los que merezca la pena apostar, no se celebran los eventos que a mi me gustaría ver, que no hay un público educado que apoyase esos eventos, que la gestión de las instituciones actuales no es la adecuada para cambiar este panorama tan desolador… a continuación, daríamos otro traguito a nuestra cerveza o palometa y, nada, a seguir intalados en esa cómoda espiral de inacción.

Lo extraordinario es que desde hace unos pocos años, una nueva generación de alicantinos ha decidido pasar a a la acción. En esa hipotética conversación de bar a la que aludíamos ¿Qué le dirían estos nuevos alicantinos al menfotista? Le preguntarían a cuantos de los centenares de musicales de la provincia como para afirmar tan rotundamente que ninguno de ellos merece la pena. En lugar de quejarse de la falta de oferta de eventos que les satisfagan, pasarían a organizarlos ellos, sin cobrar la mayoría de las veces, sacando financiación con inventiva. Harían ese esfuerzo por educar al espectador y ampliar la oferta cultural de su ciudad para cambiar la lamentable situación descrita…. y si no se convence a los responsables institucionales de sus alternativas, a lo mejor tendrán que encarnar ellos esas nuevas posibilidades y presentarse como candidatos a esos cargos públicos. Son la ilusión contra la resignación. Son la acción contra la inacción. Son la esperanza contra el pesimismo. Esto son los y las antimenfotistas.

Escribí el primer artículo de este libro, Shopping Cultural, antes incluso, proponer la columna regular. Quería enumerar lo que consideraba indicios de un buen momento en la cultura alicantina: algo estaba cambiando. Quería transmitir un mensaje de optimismo, ya estaba cansado de tanta negatividad al referirse al Alicante cultural. Como soy adimirador de Spider Jerusalem, el protagonista del cómic Transmetropolitan (que incluso llevo tatuado en el brazo), el estilo me salió muy parecido al suyo, a caballo entre la opinión y la crónica, con el periodista siendo parte activa de la noticia que está contando (luego averigüé que en las facultades a esto se le llama Periodismo Gonzo). Cuando propuse al diario La Verdad una columna regular para analizar el Alicante cultural y militante, Shopping Cultural fue la primera entrega y, de alguna manera, su estilo y su espíritu han configurado los del resto de artículos.

Al principio, me refería a los antimenfotistas como un conjunto de francotiradores culturales, cada uno disparando sus interesantes iniciativas desde su propia azotea, sin conexión o coordinación con el resto (reconociendo que yo como Gestor y activista cultural muchas veces pecaba de lo mismo). Una de mis obsesiones es hacer que gente que está trabajando en un ámbito cultural de Alicante conozca a otras personas que trabajan en lo mismo, tienen intereses parecidos o que sus capacidades podrían complementarse. Mi creencia es que se pueden unir voluntades y esfuerzos para potenciar iniciativas (de hecho se me ha reconocido este papel de mediador que me ha hecho ganarme el apodo de Míster Sinergias). De esta creencia viene la frase con la que acabo la mayoría de artículos, no exenta de un guiño izquierdista: ¡Antimenfotistas del mundo, uníos!.

Me gustaría poder decir que la generación antimenfotista ha surgido porque alguno de nuestros gobernantes ha sabido canalizar esa energía y capacidad de trabajo del pueblo. Me temo que no es así en absoluto. Los y las antimenfotistas no han surgido gracias a la gestión de las instituciones. Han surgido a pesar de ellas. Son un fenómeno espontáneo, fruto de esta era de redes sociales virtuales en donde compartir el conocimiento está a la orden del día y donde no pedimos permiso para comunicar o transmitir nuestras inquietudes. No creo que los gobiernos actuales de las instituciones sean conscientes de este cambio ni sepan canalizar esta energía popular, pero su existencia hace albergar esperanzas de un futuro mejor para nuestra tierra El antimenfotismo mejorará Alicante en un futuro próximo.

Ahora, es un orgullo poder presentar esta recopilación de los cien primeros artículos de Diario de un Antimenfotista. Creo que constituyen una radiografía del Alicante Cultural de nuestra época. De alguna manera, este libro aspira a que las reflexiones, iniciativas y propuestas descritas en estas columnas no se pierdan y trasciendan la inmediatez del contexto periodístico en el que se publican semana a semana.

Así pués… ¡ANTIMENFOTISTAS DEL MUNDO, UNÍOS!

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